La Bouganvillea, conocida como buganvilla, es un arbusto trepador de la familia de las Nictagináceas, que son plantas que pueden alcanzar hasta los 15 metros de altura. La buganvilla tiene su origen en los bosques tropicales de América del Sur, sobre todo, en el área amazónica comprendida entre el norte de Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Perú, Chile, Colombia y Centroamérica, hasta México.
Su nombre genérico se otorgó en honor de Louis Antoine de Bougainville (1729-1811), el marino y explorador francés que introdujo la planta en Europa desde Brasil,
Lo que más destaca de la buganvilla, y es lo que llama la atención de su aspecto sin duda, es la flor, aunque en realidad no es la flor. Las flores, conspicuas, tubulares, con 5-6 lóbulos cortos, generalmente blancas, son poco atractivas, organizadas en grupos de 3, cada una insertada en una “bráctea” persistente de aspecto papiráceo y habitualmente vivamente coloreada de blanco, amarillo, rosado, magenta, morado, rojo o anaranjado. Las brácteas son las que determinan el color de cada variedad y son las que hacen que elijamos unas u otras para decorar nuestros espacios.
Necesidades climatológicas y ambientales de la buganvilla
La buganvilla es una planta de origen tropical, por eso las heladas, son terribles para las buganvillas. Así que nuestros inviernos relativamente suaves, y nuestros veranos también suaves, son perfectos para su crecimiento y desarrollo. Las buganvillas más comunes en nuestro territorio son las especies glabra y spectabilis: ambas vienen de Brasil, la primera puede llegar hasta los 9 metros de altura, y la segunda, hasta los 6.
Las buganvillas además necesitan mucha luz, que no significa calor excesivo que hace amarillear sus hojas y caer.
Aunque pueden verse en las buganvillas, flores durante todo el año, su floración va, normalmente, desde el inicio de la primavera hasta el final del verano.
Sin embargo hay variedades que consiguen varias floraciones y tienen flores prácticamente todo el año.
Necesidades de riego
Aunque dependerá de la ubicación, orientación y terreno en el que se encuentre, por norma general la buganvilla en el suelo es resistente y necesita poco para sobrevivir, en verano basta con regarla dos veces por semana (si la plantamos en maceta, hasta tres veces por semana), en invierno prácticamente nada o una vez por semana en maceta. Cuanto más tiempo tenga la buganvilla mejor soporta las condiciones de ‘abandono’.
La poda de la buganvilla
La buganvilla crece rápido y requiere poda constante. Aunque hay variedades de crecimiento lento.
Es conveniente una poda anual severa, entre los meses de febrero y marzo para controlar su crecimiento altura, forma o extensión que queramos cubrir. Los primeros años hay que podar las ramas jóvenes para que ramifique correctamente.